miércoles, 18 de mayo de 2005
"...a esta altura del partido creo en los ojos y en las manos del pueblo en general y en tus ojos y tus manos en particular..."
Hombre preso que mira a su hijo
Cuando era como vos me enseñaron los viejos y también las maestras bondadosas y miopes que libertad o muerte era una redundancia a quien se le ocurriría en un país donde los presidentes andaban sin capangas que la patria o la tumba era otro pleonas moya que la patria funcionaba bien en las canchas y en los pastoreos realmente no sabían un corno.
Pobrecitos creían que libertad era tan solo una palabra aguda que muerte era tan solo grave o llana y cárceles por suerte una palabra esdrújula olvidaban poner el acento en el hombre la culpa no era exactamente de ellos sino de otros mas duros y siniestros y estos si como nos ensartaron en la limpia república verbal como idealizaron la vidurria de vacas y estancieros y como nos vendieron un ejército que tomaba su mate en los cuarteles.
Uno no siempre hace lo que quiere uno no siempre puede por eso estoy aquí mirándote y echándote de menos por eso es que no puedo despeinarte el jopo ni ayudarte con la tabla del nueve ni acribillarte a pelotazos vos ya sabes que tuve que elegir otros juegosy que los juegue en serio y jugué por ejemplo a los ladrones y los ladrones eran policías y jugué por ejemplo a la escondida y si te descubrían te mataban y jugué a la mancha y era de sangre.
Botija aunque tengas pocos años creo que hay que decirte la verdad para que no la olvides por eso no te oculto que me dieron picana que casi me revientan los riñones todas estas llagas hinchazones y heridas que tus ojos redondos miran hipnotizados son durísimos golpes son botas en la cara demasiado dolor para que te lo oculte demasiado suplicio para que se me borre pero también es bueno que conozcas que tu viejo callo o puteo como un loco que es una linda forma de callar que tu viejo olvido todos los números (por eso no podría ayudarte en las tablas) y por lo tanto todos los teléfonos y las calles y el color de los ojos y los cabellos y las cicatrices y en que esquina en que barque parada que casa y acordarse de vos de tu carita lo ayudaba a callar.
Una cosa es morirse de dolor y otra cosa es morirse de vergüenza por eso ahora me podes preguntar y sobre todo puedo yo responder... uno no siempre hace lo que quiere pero tiene el derecho de no hacerlo que no quiere.
Llora nomás botija son macanas que los hombres no llorana...aquí lloramos todos gritamos berreamos moqueamos chillamos maldecimos porque es mejor llorar que traicionar porque es mejor llorar que traicionarse.
Llora... pero no olvides.
Mario Benedetti
Comentarios:
Publicar un comentario
<< Página Principal
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal
Suscribirse a Entradas [Atom]